DESINTEGRACIÓN FAMILIAR PROBLEMA DE LA SOCIEDAD ACTUAL

EL Concepto de desintegración familiar

Se le denomina desintegración familiar, a la ausencia parcial, temporal o total de uno de los progenitores El concepto de hogar desunido o desintegración familiar, se aplica a un número grande de situaciones heterogéneas que provocan repercusiones psicológicas principalmente en los hijos.
Desde el punto de vista psicológico se define como:
"La distorsión o mal funcionamiento de los roles asignados, creando una situación inadecuada, una atmósfera de insatisfacción, angustia, depresión, malestar en general y por tanto, poca o mala comunicación entre sus miembros"
La desintegración familiar es un problema en la medida en que una estructura existente se hace disfuncional, no puede desempeñar eficazmente su finalidad específica, creando consecuentemente un desequilibrio en sus interrelaciones con las demás estructuras social

 Principales causas de la desintegración familiar

En cualquier matrimonio, incluso en aquellos que parecen más serenos y equilibrados, hay momentos difíciles en su convivencia, pequeñas crisis que son normales porque el hombre es un ser que crece y madura constantemente y, con frecuencia, el propio crecimiento individual tiende a provocar unos mecanismos de ajuste a veces realizados sin dejar traumas. Pero tales crisis son normales y pueden transformarse en positivas.
La familia queda más unida si sabe establecer los mecanismos de ajuste. Pero si bien es cierto la mayoría de las crisis pueden ser superadas, hay algunas que casi fatalmente terminan en ruptura definitiva sin que nadie sea capaz de impedirlo, crisis que debido a causas muy fuertes ninguno de los dos son capaces de controlar.


   El alcoholismo

Mal social, es producto de cantidad de elementos que se proyectan sintomáticamente a través de ingerir licor. Contribuye al abandono del hogar, el mal empleo de recursos económicos y conduce a la delincuencia, miseria, accidentes, desempleo, vagancia, prostitución, mendicidad.

Prostitución

Es definida como: "El comercio sexual que una mujer hace, por lucro de su propio cuerpo" este comercio corporal es llevado a cabo por necesidades de gran variedad.

  Económicas

Cuando la función del padre, se altera ocurriendo cambios que dan como resultado el desamparo, abandono; ocurren períodos críticos durante los cuales la mujer se ve en la apremiante necesidad de brindar ayuda a su familia teniendo que trabajar fuera del hogar.

  Culturales

Por la escasa instrucción que poseen los padres en algunos hogares, dependiendo de su nivel dentro de la sociedad; puede darse origen a la desintegración familiar ya que la capacidad de resolver los problemas se verá limitada por la ignorancia.

  Familiares

La des-organización familiar es consecuencia de la falta de condiciones de la pareja para adaptarse a la vida en común.
Esta des-organización familiar puede enmarcarse dentro de la ruptura de la unidad familiar; el divorcio, la drogadicción, separaciones prolongadas, infidelidad, son algunos ejemplos de cómo es quebrantada la estructura familiar, y por lo tanto se dejan de cumplir los deberes y obligaciones que a cada uno compete.


LAS FORMAS DE DESINTEGRACIÓN 

Como ya se ha mencionado, la desintegración es uno de los principales factores que atañe al núcleo de la sociedad; existen diversos tipos de desintegración, los cuales se muestran en los puntos siguientes. 


Abandono

Se da cuando alguno de los padres decide dejar el hogar, debido a que no se siente feliz y tiene otras expectativas en la vida, o porque el ambiente está muy tenso, predomina la discordia y no hay armonía, por lo cual no pueden seguir juntos y tampoco por el supuesto bien de los hijos, ya que los daña mucho más. 

Divorcio

Se ha definido como el vínculo familiar que se rompe entre la pareja, ya sea por decisión de alguno de ellos o por común acuerdo; para divorciarse se deben presentar ante las autoridades de Registro Civil, encargadas de dictaminar en que término se disolverá la unión y los derechos u obligaciones que cada uno de los padres tendrá con los hijos, si hubiese. 

Abandono involuntario

Se da cuando alguno de los padres, por enfermedad o muerte deja el hogar, es decir, no es deseado y es inevitable.
Los efectos causados en los niños por este tipo de desintegración son diferentes a los de las otras formas; en los hijos varones de seis a nueve años de edad la muerte de su padre se le crea un aspecto negativo mayor, pero de menor intensidad comparados a los del divorcio o el abandono.
Desintegración familiar estando la familia junta
Estos casos se caracterizan por las relaciones conflictivas que establecen sus miembros, dando origen a recelos, temores y fricciones permanentes. Frecuentemente ese tipo de familias son incapaces de planear y realizar tareas, y resolver lo problemas juntos; expresan conflictos extremos que no tienen la habilidad de comunicarse con el resto de la familia, lo cual priva al niño de un ambienta armonioso y estable, brindándole un atmósfera hostil que obstaculizará su crecimiento psicológico.
En la actualidad resulta más fácil aceptar un divorcio que permanecer en un matrimonio infeliz, que sólo dañara la autoestima de los esposos y de los hijos.

 
consecuencias:

 hijos depresivos, suicidios, una sociedad preocupada por lo material y económico, que la gente engañe a su familia de distintas formas y vivan una segunda vida, anorexia, bulimia, auto destruccion por medio de drogas o lastimandose fisicamente, comer de más, niños que se educan como animalitos por que no hay quien le diga que esta bien o mal, delicuencia.



La violencia familiar es un problema importante de salud pública y produce consecuencias muy negativas en todos los miembros de la familia y en el conjunto de la sociedad. Raro es el día que amanecemos sin alguna noticia luctuosa relacionada con la violencia familiar, en sus diferentes versiones, noticias casi siempre atroces. Es solo la punta del iceberg. El problema presenta una dimensión no imaginada. La familia es la unidad básica en nuestra sociedad y es la que provee de las necesidades fundamentales al individuo a lo largo de su desarrollo. Las familias con un buen equilibrio emocional y con mayor capacidad de resolución de problemas son las que menos padecen este fenómeno. La mayoría de las familias cumplen adecuadamente este objetivo, sin embargo llama la atención que un número considerable de las mismas no son capaces de crear o mantener un ambiente seguro debido a la violencia familiar que incluye agresiones físicas, sexuales o psicológicas entre o contra miembros de la familia. Empujones, bofetadas, patadas o el uso de armas o las agresiones sexuales, son formas claras de violencia. El abandono, el ninguneo, la coacción, los comportamientos degradantes, o haber presenciado violencia en el marco familiar son otras formas más sutiles de violencia. La violencia familiar más frecuente es entre marido y mujer o entre padres e hijos y también contra las personas mayores. Los malos tratos pueden llegar a sufrirlos alrededor del 5 por ciento de los ancianos. Consisten en lesiones por acciones u omisiones que producen daño o malestar. Los malos tratos pueden ser: Psicológicos: gritos, insultos, amenazas. Físicos: golpes, abusos sexuales, etc. Materiales: robo, abuso de dinero o de sus propiedades. De derechos: ingresos en residencias, reclusión en lugares inapropiados, etc. El abandono es otra situación que puede darse en los dementes y consiste en la falta de cobertura de las necesidades básicas por parte del cuidador o persona responsable del mismo.






En general la violencia familiar no es un simple acto de agresión sino que más frecuentemente pone de manifiesto una forma de interactuar, una manera de relacionarse en la familia y ello explica la tendencia a transmitirse de generación en generación. Un tercio de los niños que han sufrido violencia familiar generarán violencia en sus familias cuando sean adultos. Se aprende a ser violento cuando se es miembro de una familia violenta. Tremendo. Son muchos los factores que pueden influir en este fenómeno. Desde el punto de vista individual se han citado problemas psicopatológicos, abuso de drogas o alcohol, victimización previa, vulnerabilidad de la víctima y otros relacionados con la biología de los comportamientos agresivos. Desde el punto de vista familiar, los patrones de interacción, los roles, las reglas alrededor de las que se organiza la estructura familiar pueden influir en la generación de violencia cuando hay abuso de poder que a menudo coincide con la naturaleza jerárquica de la familia y el papel tradicional del hombre como cabeza de familia. También la marginación socioeconómica y el aislamiento geográfico son factores que influyen en la génesis de la violencia familiar. Podemos afirmar, en términos generales, que el sistema familiar siempre intenta regular .




las emociones y la conducta de sus miembros para mantenerse equilibrado, pero no siempre lo consigue y es en estas situaciones donde más fácilmente emerge la violencia familiar. Desde el punto de vista social, la violencia familiar está determinada por factores estructurales (desigualdad hombre/mujer en nuestra cultura, pobreza, segregación racial o étnica y desintegración social) y por valores y normas que de alguna manera aceptan la violencia como forma de resolver problemas. A ello se suman factores de riesgo, casi siempre vinculados a factores estresantes y factores protectores entre los que el más importante es el equilibrio emocional, interactuando en una dinámica compleja de compensación/descompensación. Bien, pero ¿qué se puede hacer?. Los esfuerzos para prevenir este problema, incluidos campañas de prensa, medidas legales, programas comunitarios dirigidos a la detección de casos o a la concientización social del problema, no han dado los resultados apetecibles y no parece que la violencia familiar haya disminuido de una forma notoria, siempre hablando en términos generales y con el máximo respeto para los responsables de estas políticas. ¿Qué podemos aportar los médicos y los profesionales de la psiquiatría y la salud mental? Desde luego todos los profesionales hemos tenido la oportunidad de ver algún caso de violencia familiar en nuestras consultas, entre otras cosas porque la violencia familiar afecta más a las poblaciones clínicas que a las no clínicas, a las que van al médico que a las que no lo necesitan. Quizás debiéramos plantearnos la elaboración sistemática de procedimientos de detección de problemas de violencia familiar. Ya ha habido iniciativas en este sentido en algunos ámbitos, aunque muy centradas en la violencia de género. La violencia familiar no es exclusivamente un problema de violencia de género y tampoco es unicamente un problema policial o legal. Los profesionales de la seguridad ciudadana o de la justicia no reciben formación para dirigir estrategias de prevención de la violencia familiar. La violencia familiar es un problema de salud pública a cuya disminución deben contribuir los médicos de atención primaria y más específicamente los profesionales de la salud mental, por su privilegiada situación para detectar los problemas pueden y deben proporcionar soporte emocional y tratamiento a las víctimas. Y ello debe hacerse de forma reglada y en el sistema sanitario público.

Miguel Gutiérrez Fraile
Catedrático de Psiquiatría
Universidad del País Vasco




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